Marca con personalidad; la evolución 2.0 de la imagen de marca

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Foto: Latitud36

Antonio Sánchez – Latitud36

Trabajar a fondo la imagen de marca de tu empresa es una de las tareas más importantes a la hora de presentar tu producto o servicio en el mercado, pero si queremos diferenciarnos ¿es suficiente o podemos ir más lejos?

En Latitud36 creemos que el verdadero descubrimiento de las redes sociales ha sido hacer más humanas a las empresas. Ha hecho posible una relación más cercana con el mercado objetivo que merece la pena explorar.

Nuestro planteamiento -basado en ofrecer a nuestros clientes Honestidad, Complicidad y Confianza- hemos intentado trasladarlo tanto a nuestro servicio como a nuestra presencia online haciendo un esfuerzo constante por ofrecer una relación cercana y personalizada que nos parece fundamental en un negocio de personas como el de los servicios turísticos.

Imagen de Marca vs Personalidad de la Marca

La imagen de marca es básicamente la percepción de la marca en la mente del consumidor, trabajada en base a unos VALORES que se quieren trasmitir. Pero este concepto ha llevado en el pasado a una comunicación unidireccional: las marcas hablaban y los clientes escuchaban.

Pero las cosas han ido cambiando y la web 2.0 supuso una evolución, que puede resumirse en una palabra: INTERACCIÓN. Ahora todos (los usuarios y las empresas) pueden crear contenidos, opinar y preguntar, pero nos preguntamos si estamos aprovechando el potencial que tiene esa conversación. En definitiva: ¿se establece una comunicación efectiva? Al parecer sólo en algunos casos, por eso nos interesa saber en cuándo y cómo se produce esa chispa, cuáles son las condiciones que la facilitan.

El consumidor siempre percibe y valora una atención personalizada, sincera y proporcionada por expertos. Es algo que se asocia claramente con la calidad y supone una diferenciación que funciona en todos los sectores.

Nos basamos en esta idea y aportamos atención al detalle, amabilidad y preparación dando forma a nuestra relación con clientes y colaboradores para conformar nuestra personalidad corporativa. Una personalidad es una simplificación, pero es más rica en matices que la imagen de marca, y además se refiere a una forma de hacer las cosas, un estilo propio de comportamiento.

Construyendo nuestra empresa de forma equilibrada

Es necesario plantearse con claridad la propia actividad desde el principio. Necesitaremos tener la seguridad de que el tremendo esfuerzo que tenemos que realizar se emplea de la forma adecuada. Todo necesita un equilibrio para perdurar, por eso buscamos la combinación de aquellos elementos que nos permitan sentirnos a gusto con lo que hacemos y ser coherentes cumpliendo nuestras metas:

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A través de nuestra motivación y la que comuniquemos a nuestro equipo hacemos crecer el interés por las cosas que interesan a nuestro mercado y fomentamos una actitud positiva que se percibe en el servicio. Necesitamos adquirir conocimientos para aprovechar nuestras aptitudes y para adquirir nuevas habilidades. Es un proceso que no acaba nunca, pero no cabe duda de que es la mejor inversión que podemos hacer. Por supuesto, necesitamos que la rentabilidad de lo que hacemos sea máxima para seguir haciéndolo y crecer. Nuestro trabajo debe tener un rendimiento adecuado.

Si hacemos crecer cada uno de estos aspectos, la zona óptima para el desarrollo de nuestro negocio será cada vez mayor. Nos encontraremos más cómodos haciendo lo que nos gusta, sabemos hacer y nos proporciona un medio de vida, ¿qué mas se puede pedir?

Innovación en turismo significa sumar y diferenciarse. ¿Te unes?

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