Cómo escribir mejores newsletters gracias al copy

Por Joan Marco, de JoanMarco.com.

¿Recuerdas cuando te ibas de vacaciones y le pedías a un familiar o a algún vecino que recogiera las cartas de tu buzón?

Al recogerlas seguro que tenías un montón considerable de correo: postales de las vacaciones de los amigos, cartas del banco y publicidad, entre otros.

Y con otros me refiero a facturas, aunque espero que no fueran muchas.

Pues bueno: inmediatamente llegabas a casa y hacías una selección: “esta sí, esta no, esta la dejo para leerla después”… 

Y varias de ellas iban directamente a la papelera.

Ahora que (casi) todo está digitalizado, esta escena ya no se suele dar porque los buzones de las entradas de los pisos ya no están tan llenos como antes.

Pero ¿qué me dices de tu otro correo? El electrónico, digo. El de la @.

Seguro que te llegan cientos de emails semanalmente: de publicidad, del trabajo e incluso alguno de tus amigos… y decenas (o cientos) de newsletters a las que te suscribiste en algún momento.

¿Las abres todas? Confiesa: no.

Muchas se quedan sin abrir, otras tantas van a la papelera directamente y algunas se van directas a la bandeja de spam.

Ahora bien, la cosa cambia cuando pasas de ser el que recibe las newsletters a quien las escribe.

Seguro que no quieres que tus suscriptores dejen sin abrir los correos que les envías y mucho menos que los eliminen o envíen a spam, así que vamos con algunos consejos de copywriting para hacer de tus newsletters algo que apetezca leer una y otra vez.

Copywriting para newsletters

Ya tienes tu lista de correo, has elegido a tu proveedor de servicios y sabes cuál va a ser la frecuencia con la que quieres hacer tus envíos.

Así que ha llegado el momento de ponerse a escribir.

Y el copy es tu mejor aliado.

¿Por qué?

El estilo ayuda a que te lean

Cada uno tenemos nuestro estilo escribiendo.

Tú también tienes el tuyo, pero el objetivo es que te lean y si es de principio a fin mucho mejor, ¿no?

Así que sin renunciar a tu estilo, tira de estas pautas:

  • Habla de tú a tú: conseguirás establecer un vínculo con tus suscriptores, porque te percibirán como una persona cercana. Y si evitas la voz pasiva, mucho mejor.
  • Evita los parrafazos: cada vez más usuarios leen desde sus móviles y un párrafo enorme se ve como un bloque de letras indigesto. Puedes dar ritmo usando párrafos cortos, de una, dos o tres líneas.
  • Menos es más: no estás escribiendo un post de un blog, así que ve al grano. Tampoco necesitas usar títulos ni hacer un estudio de keywords porque no quieres posicionar el correo; quieres lo lean.

Un asunto irresistible aumenta las aperturas

Sí, puedes usar copy hasta en el asunto.

De hecho te diría que es la parte más importante de una newsletter.

Pero ¿por qué? Si solo es una línea.

Pues porque esa línea es clave para captar la atención y determina en gran medida si clicar en él o no.

Piensa que es lo primero que ve el lector y que además estará compitiendo con otros diez en esa bandeja de entrada.

Algo así como la montaña de cartas que tenías cuando volvías de tus vacaciones, pero en formato digital.

¡Cuidado! Que tampoco vale cualquier frase.

Suelen atraer los asuntos diferentes, que despierten la curiosidad, que hablen de algún beneficio o de algún tema de actualidad.

Y lo que debes evitar para no caer en spam o que no te lean: un asunto que no tenga relación con el contenido, exclamaciones o palabras tabú.

Un último detalle: prueba qué te funciona mejor y sigue por esa línea para comprobar qué le gusta más a tus suscriptores, aunque ya te adelanto que no es una ciencia exacta.

Las historias con gancho, enganchan

Has conseguido que abran tu newsletter: ¡bien hecho!

Ahora es momento de crear un buen contenido, para que cuando les vuelvas a enviar la siguiente quieran leerte.

Parte de la premisa de que a todos nos gusta una buena historia, así que el storytelling en este punto te puede ayudar bastante.

¿Qué historias gustan más?

Principalmente aquellas que sorprenden porque son distintas o las que son únicas porque hablan de lo que te ha pasado a ti mismo.

Y las que hablan de noticias actuales también atraen por ese puntito de novedad que tienen.

En definitiva, con las historias propias consigues otra forma de conectar con quien te lee porque lo haces partícipe de tu día a día y no le obligas a leer de nuevo una historia manida y usada cientos de veces.

Pero no acaba aquí este tema: también tendrás que buscar el nexo de unión de tu historia con la llamada a la acción.

O lo que es lo mismo, el gancho entre lo que le cuentas y lo que quieres que el lector haga.

¿Y cómo consigues que el lector pinche en la llamada a la acción?

Vamos al siguiente punto.

Usa llamadas a la acción

Lo que no debes olvidar es que se vean. Que a simple vista quien te lea piense: si pincho aquí sucede algo.

Si no, ¿para qué la quieres?

Además, si el texto que utilices en el enlace es directo y concreto y le dices a tus suscriptores cuál es el siguiente paso, evitas que se hagan un lío.

Lo ideal es que haya una llamada a la acción y un objetivo único, pero como sabemos que no siempre es posible te cuento qué hacer si necesitas poner dos:

Tira de posdata.

Las posdatas se leen casi siempre y así te aseguras que la encuentren.

El microcopy siempre gusta

Suele ser uno de los grandes olvidados, pero dime qué llamada a la acción te gusta más:

  • “Pincha aquí”
  • “Quiero mis consejos para viajar por Andalucía”

Los dos dicen qué hacer, pero el primero sirve para casi cualquier cosa y el segundo es más específico.

Lo más seguro es que hayas elegido la segunda opción, y si a ti te ha parecido mejor a tus suscriptores también.

Otro de los lugares en los que puedes darle al microcopy es en la línea de “darse de baja”.

Nadie quiere perder suscriptores, pero si deciden irse es mejor que lo último que lean sea algo así como “mis gustos han cambiado y no quiero recibir tus próximas newsletters” a un simple y estandarizado “quiero darme de baja”.

Lo último que tienes que tener en el pie de tus correos son los textos legales.

Casi nadie los lee, pero hay que tenerlos.

Si también le aplicas un poco de microcopy seguro que le sacas una sonrisa a quien lo lea.

Eso sí, asegúrate de que lo valide alguien que entienda de temas legales.

Convierte tu newsletter en una saga

Ya tienes los ingredientes. Aahora tu misión es que tus suscriptores tengan una sensación similar a la que tienes cuando esperas el siguiente capítulo de tu serie favorita.

Usa estos consejos de copywriting en tus newsletters y no desesperes; en este tipo de comunicación lo más importante es la constancia.

Decide tu frecuencia de envío, persevera y recuerda que cuanto más personal y cercanos perciban tus correos más posibilidades tendrás de que te lean.

Y si usas un poco de copy, pues casi mejor, para darles efectividad.

¡Al lío!

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