Informe TIC y Turismo: situación, políticas y perspectivas

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El impacto de las TIC en el turismo representa una profunda evolución y cambio, desde la experiencia del viajero, transformando la manera en que consume los servicios, hasta la gestión de las empresas y destinos turísticos. Desde el ONTSI (Observatorio nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información), en colaboración con las instituciones y empresas en materia de turismo, entre las que aparece Andalucía Lab, presentan el informe TIC y Turismo: situación, políticas y perspectivas.

Este estudio tiene por objeto mostrar el impacto de las TIC al sector, así como las tendencias y las principales políticas relacionadas con el fomento del uso de las TIC en el turismo.

Andalucía Lab, ha colaborado en la elaboración del presente informe, aportando nuestra experiencia y visión sobre el uso de la tecnología, con el fin de mejorar la competitividad de las pymes y destinos turísticos, pasando por los retos, tendencias y la regulación en la era digital.

Retos y Oportunidades del uso de las TIC en Turismo

Destacamos uno de los ejes principales del estudio, que se centra en la gestión empresarial, los destinos inteligentes y la regulación normativa, permitiendo una evolución tecnológica que se convierte en oportunidades para el sector. ¿Hacia dónde apuntan estos retos?

  • La distribución: existe un intenso debate entre intermediación, venta directa y el margen comercial de los distribuidores. Si bien Internet ha propiciado la venta directa, también ha generado potentes empresas intermediarias, que han modificado el proceso de compra del usuario. Estamos ante un ecosistema cambiante de agentes, con fases de intermediación y desintermediación.

Para la industria esto significa que deben adecuarse para utilizar los canales más atractivos para ellos, siendo las pymes las que más necesiten de todos los distribuidores posibles.

Ello implica utilizar “channel managers” para gestionar los diferentes canales de distribución. Los retos de estos sistemas están la adaptación a nuevos sectores y canales, así como la interoperabilidad.

 – Los medios sociales: en la industria turística, es habitual la gestión de la presencia en medios sociales, como parte de la estrategia de marketing. Desde esta perspectiva, las pymes cuentan con cierta ventaja, ya que pueden ofrecer un trato personalizado diferenciado que los usuarios pueden apreciar y reflejar en sus comentarios.

En cuanto a los retos de futuro, existe un debate con los comentarios, donde no basta tratar las opiniones, sino conocer y valorar quien las genera, con lo que es indispensable dar un    seguimiento a los autores de los contenidos.

– Generación de servicios de valor añadido: Para el sector turístico la disponibilidad de datos abiertos constituye un reto de enorme importancia, dado que buena parte de la actividad turística se realiza vinculada a espacios públicos. Son de interés los datos y contenidos relacionados con el patrimonio cultural y natural, los datos geoespaciales, la información relativa al tráfico, la meteorología, etc.

– Revolución de las tecnologías «llevables». Las tecnologías llevables o wearables, se impondrán dado que permiten mantener una relación estrecha entre los proveedores de servicio y los turistas. En este sentido, se puede aportar valor añadido en tiempo real, sobre información útil del destino, servicios complementarios, realizar pagos, seguimiento e información en aeropuertos.

“En hoteles se trabaja en el concepto de hotel de tercera generación, que permite acceder a los servicios, y controlar funciones como la temperatura, o la luz de la habitación mediante aplicaciones móviles”.

– Conocimiento, inteligencia de negocio y tecnologías del lenguaje: se debe trabajar hacia el conocimiento sobre la oferta, la demanda y la información aplicable al desarrollo de la industria turística. En el caso de las empresas, el reto es iniciar procesos de análisis de datos e inteligencia de negocio, comenzando por sus propios datos de clientes, y de su presencia en Internet. De este modo, permite adecuar las tarifas según los plazos de reserva, así como conocer cómo, cuándo y en qué servicios gastan sus clientes, permitiendo adaptar la estrategia comercial a grupos con intereses comunes e innovar en la creación de nuevos productos y servicios.

– Los destinos inteligentes: El concepto de destino inteligente es una de las aportaciones más novedosas de España al sector turístico internacional  según la Norma PNE 178501 de AENOR es la “estrategia de revalorización del destino para aumentar su competitividad, mediante un mejor aprovechamiento de sus atractivos naturales y culturales, la creación de otros recursos innovadores, la mejora de la eficiencia de los servicios, y que finalmente impulse el desarrollo sostenible y facilite la interacción del visitante con el destino». 

La norma plantea cuatro ejes fundamentales: innovación, tecnología, accesibilidad universal y sostenibilidad.

– Una nueva regulación en la era digital: En España, el sector turístico plantea el reto de regular las nuevas prácticas de consumo no tradicionales, que se fundamentan en la compartición en Internet de viviendas y vehículos, entre otros bienes.

Otra necesidad es iniciar un proceso que permita valorar la demanda del sector en esta materia y articularla bajo criterios de unidad de mercado, ya que en la actualidad, las comunidades  autónomas tienen poder para ordenar y legislar, por tanto nos encontramos con diferentes regulaciones.

Desde Andalucía Lab trabajamos para que las empresas turísticas y los destinos aumenten su competitividad aprovechando las oportunidades que ofrecen las TIC en el sector. Si quieres saber qué hacemos, consulta este enlace. 

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