Por Mayte Rivero – Licenciada en Publicidad y Colaboradora Ocioon
Una persona está sometida al bombardeo publicitario diariamente, no solo en la radio, en la televisión o en internet, también en los periódicos, cartelería callejera, folletos, etiquetas de productos, marquesinas, vehículos y en definitiva cualquier lugar donde alcance nuestra vista u oído.
En total, cada uno de nosotros podemos recibir una media diaria de 3.000 impactos.
Pero, ¿qué ocurre con toda esta información?
Pues la mayoría abandonan nuestra memoria. De todos esos anuncios, 1 de cada 3 se registran y los otros 2 se desechan casi sin rastro. Y de ese tercio que supuestamente se almacena, sólo la mitad es comprendido y apenas un 5% es recordado al día siguiente.
Ante esta información nos surge una pregunta, de todos esos anuncios a los que estamos expuestos, ¿cuáles son los que más se recuerdan?
Con datos más exactos en la mano podemos decir que:
- El 71% recuerda los anuncios más divertidos. Como podéis ver por las cifras que vienen a continuación, son los comerciales que nos hacen reir los que más se quedan instalados en nuestra memoria.
- El 12% recuerda los anuncios que nos ofrecen una información útil y de servicio público.
- El 8% recuerda los anuncios “sexys” (más en el caso masculino y utilizando, en la mayoría de los casos, el cuerpo de la mujer como reclamo). Un ejemplo de este caso en concret,o es el del anuncio de la compañía Fleggard de Dinamarca, el comercial más recordado en Dinamarca, utilizando el cuerpo de 300 mujeres como gancho.
Otro tipo de publicidad que merece una mención aparte es la emotiva, la que mueve emociones y toca las fibras íntimas, es decir, la que llega a nuestros sentimientos también es de la más recordada, sin embargo, en menor medida que los anuncios divertidos.
Estos datos nos pueden servir a la hora de escoger el tipo de estrategia a seguir para la publicidad de nuestro negocio.
La publicidad turística goza de la ventaja de que, por el tipo de producto que anuncia, el público no suele rechazar este tipo de comerciales y por tanto, tiene más probabilidad de ser recordada, más que por ejemplo anuncios de otros sectores como pueden ser los de seguros o limpieza, etc.
La mayoría relacionamos los anuncios “turísticos” con el descanso, las vacaciones y por tanto, momentos de felicidad y diversión. Un ejemplo:
¿Alguien ha olvidado a este personaje?
Curro, ese oficinista que decidió dejar su puesto de trabajo para irse de vacaciones al Caribe con Halcón Viajes. Este anuncio que en el 96 marcó una época y que todavía, a día de hoy, sigue presente en nuestra memoria.
Así pues, y para finalizar, si a tu producto turístico le das un toque de humor, un buen eslogan y un contexto tan bueno como son unas vacaciones, tienes desde luego muchas más posibilidades para que te recuerden.
¡Te esperamos en el próximo PrelabTaller de Publicidad Turísica!
Innovación en turismo significa sumar y diferenciarse. ¿Te unes?
