Manos a la obra con nuestro vídeo corporativo

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Por Pablo Llaryora – Homovidens Producción Audiovisual

De la misma manera que necesitas hacer una web, un blog, una página en Facebook o tu perfil en  Linkedin, es un buen momento para plantearte mostrar tu actividad mediante un vídeo corporativo.

Actualmente, el videomarketing ha tomado gran importancia, completando el abanico de alternativas de comunicación de las empresas, con gran alcance de difusión muchas veces a coste cero y un potencial impresionante, debido a su facilidad para ver y compartir.

Ahora pongámonos manos a la obra con algunos consejos prácticos que siempre me han servido en mi trayectoria como profesional del vídeo.

1.- Creer en lo que vamos a hacer

Es cierto que ya somos conscientes de la importancia del vídeo corporativo como herramienta de comunicación. De hecho, vemos diariamente muchos en nuestra gran variedad de dispositivos electrónicos de pantalla. Solo hace falta ver con ojos de empresario este fenómeno y preguntarse si un vídeo podría ayudarnos a vender más. La respuesta, detrás de que tipo de vídeo y de como hacerlo, es rotunda: SÍ.

2.- Saber lo que se quiere comunicar

Este requisito, a priori, es sencillo. Sabemos quienes somos, que hacemos y que producto o servicio vendemos. El kit de la cuestión es encontrar lo que queremos resaltar en nuestro comunicado audiovisual. No podemos contar todo en un vídeo, porque si lo hacemos es posible que el espectador no lo retenga, se canse y lo abandone. Deberíamos encontrar cual es el factor más potente y diferenciador de nuestra empresa, producto o servicio para poder enfatizarlo, y así lograr que con esa parte se pueda hacer entender el todo.

3.- Como se quiere comunicar y qué elementos harían falta

A veces nace de manera espontánea una forma de contar eso que se quiere transmitir, para llegar a nuestro potencial cliente. Otras veces (la mayoría) no.

Aquí es donde entran en juego el equipo de marketing y comunicación de la empresa. Dependiendo de la envergadura y constitución de la misma, pueden o no tener este personal especializado y requerirlo de forma externa y puntual.

Este tercer requisito es importante, porque dependiendo de la forma de comunicación reflejada en el vídeo, obtendremos una mayor o menor repercusión y por consecuencia más o menos ventas. El usuario de dispositivos de pantalla ya no es el de antes, tiene una cultura audiovisual muy amplia, ya ha visto de todo y a veces hasta sin poder explicarlo y solo guiado por sensaciones elige un producto o servicio y otro no. No olvidemos que la forma de comunicar eso que se ha decidido, es a veces más importante que el producto en sí.

4.- Que presupuesto tengo ( aunque hoy en día debería ser el primero, lo he puesto en este lugar para que no abandonéis  la lectura 😉 )

El presupuesto no siempre es determinante en el resultado de un producto audiovisual, aunque si muchas veces es importante.

Hay vídeos corporativos de bajo presupuesto que bien realizados han tenido un impacto tremendo y otros que por no invertir en lo que hacía falta quedan en el olvido, o peor, entre los malos recuerdos.

Hay que saber transmitir al productor del vídeo que es lo que se quiere comunicar y también saber escucharlo para entender cuales son las propuestas de realización y sus costos. Para esto tiene que haber feedback entre empresa y productora para que ambos puedan entender que es lo que quiere uno y como lo va a realizar el otro. El empresario debe tener paciencia para entender un tipo de presupuesto que pocas veces o nunca ha recibido y no rechazarlo a la primera. La producción de un vídeo merece la atención de las dos partes hasta llegar a un entendimiento de qué y cómo se quiere lograr. A veces las producciones son complejas y requieren de realización de guión, locutores, traducciones, actores o figurantes, música de librería, uso de steadycam, grúa, helicóptero, etc. y cada apartado tiene su coste.

5.- Saber donde vamos a difundir nuestro vídeo

 El vídeo, además de incluirse en vuestra página web corporativa,  puede hacerlo en plataformas como YouTube, Vimeo, etc., o conformar una publicidad en alguna página web especializada o no, que os pueda traer otros clientes.

A menudo, cuando realizamos una búsqueda en Google, aparece entre los primeros resultados un vídeo de YouTube con su respectiva descripción y eso debemos potenciarlo. En esta plataforma  también podéis crear vuestro propio canal, tentando al usuario a ver otros vídeos de vuestra empresa y así dirigirlos también a visitar vuestra web, donde podéis hacer una sección de vídeos. Esta sección podría constituirse por los mismos vídeos subidos a YouTube ya que, mediante un simple código, los podemos insertar y utilizar en nuestra página web.

Siguiendo este esquema podremos alcanzar muy buenos resultados.

De esta forma, el vídeo se transforma en una herramienta de marketing viral aceptada y fácilmente digerible por cualquier potencial cliente.

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