7 claves para superar el miedo a emprender

como perder el miedo a emprender

Por Leonor Cabrera ( @leonor_cabrera ) – Viventi Desarrollo Personal y Profesional

Emprender se ha convertido en algo normal. Cada vez somos más los que nos lanzamos a la aventura de montar nuestra propia empresa y para algunos supone un cambio grande. A mí me sucedió esto: llevaba 15 años trabajando para otros y, de repente, trabajar para mí supuso entrar de lleno en el terreno de la incertidumbre.

7 claves para superar el miedo a emprender

Comencé con fuerzas, con ganas, pero a medida que el tiempo pasaba el miedo iba apareciendo. ¿Sería capaz de vivir de lo que me gusta? ¿De lo que me apasiona? De estas dudas se suele hablar poco. Es como si ese miedo tuviera que estar oculto, como si no estuviera bien visto. Pero lo cierto es que está ahí, junto a la incertidumbre de no saber si el mes que viene mi empresa generará los ingresos necesarios para seguir y junto a uno de los miedos más grandes que nos acecha a los emprendedores: el miedo al fracaso.

¿Cómo hacer que ese miedo se reduzca o cómo perder el miedo a emprender? A mí me ha servido tener estas siete claves muy presentes que son también las que trabajo con mis clientes de coaching que tienen empresas propias.

1. El fracaso no existe

Lo que existe es la prueba-error. Yo durante muchos años hice atletismo. Competía y si algo aprendí fue que en el deporte, como en la vida, por muchas veces que ganes, hay una que acabas perdiendo. ¿Eso es un fracaso? Pues no. Es un momento de analizar qué puedes hacer que no has hecho hasta el momento, de reflexionar, parar un poco y coger aún más fuerzas para ponerte manos a la obra.

2. Lo importante es tener un foco

Uno de los principales problemas de los emprendedores es que no tienen un objetivo bien definido. Saben que quieren emprender, pero muchas veces el emprender pasa a ser su objetivo número uno en lugar de poder vivir bien de la actividad que están iniciando. Preocupa más el cómo que el qué. Necesitas uno foco. Una idea fuerza que te muestre el camino. Tal vez esa idea fuerza sea ingresar 50.000 euros al año. Una vez que la tengas, medita cómo llegar hasta ese lugar. Verás como es más fácil.

3. La imperfección es enriquecedora

Otro de los frenos que veo en muchos emprendedores es el querer hacerlo todo de forma perfecta. Pasa, por lo que yo he visto, de forma especial con las páginas webs, que quieren tenerlas perfectamente hechas antes de lanzarse a la acción. La perfección es imposible y es aburrida porque en el momento en el que hago es perfecto no hay margen de mejora. Si éste es tu caso piensa cuántas veces el intentar hacer algo perfecto ha hecho que tardes una eternidad en hacerlo o no lo has hecho por temor a no llegar a ese estándar tan elevado que te has marcado.

4. Trabaja la mejora continua

Los japoneses usan el término ‘kaizen’ y es lo contrario a la perfección: es saber que siempre puedes mejorar algo, afinar. Es algo así como lo que hace un pianista. Por muchas veces que interprete una obra, siempre va buscando qué puede mejorar.

5. Si ya no hay vuelta atrás, ¿a qué temes?

Para mí como emprendedora fue crucial darme cuenta de esto. Llegó un momento en el que ya había hecho la inversión inicial con Viventi, estábamos rodando, con clientes y, aún así, seguía con miedo. Fue ahí cuando me dije: «Si ya no vas a dar marcha atrás y vas a ir hasta el final, ¿qué haces teniendo tanto miedo?». Te garantizo que ese día algo cambió en mí.

6. Sé flexible como el bambú

Para alguien que tiene una empresa es bueno tener olfato y el olfato incluye oler por dónde va la cosa, qué problemas son los que puedes solucionar a tus clientes y cómo solucionarlos. Para ello necesitas tener la misma flexibilidad que el bambú, que es capaz de doblarse sin partirse.

7. Y sé fuerte como un león

La fortaleza es ser consecuente. Saber que eso por lo que luchas es algo muy importante para ti y que tu objetivo es sacarlo adelante. Se puede decir que, en cierta medida, tu vida va en ello, así que lo único que te queda en este momento es luchar para hacerlo realidad.

¿Te has encontrado con alguno de estos problemas a la hora de emprender? ¿Qué has hecho para superarlos?

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